Historias

Floralis Genérica

Quiero compartir con Uds. cuando en septiembre de 2001 nos visitó un señor cercano a los 90 años acompañado de varias personas, lo recibí especialmente como hago con todos nuestros huéspedes.

Un hombre muy agradable y comunicativo, su secretaria estaba permanentemente a su lado, los que somos parte del Trianon Residence Recoleta hacemos sentir al huésped muy cómodo en su apartamento como si fuera su casa, se acomodó tranquilo en el 10° A, y descansó de su viaje a la Argentina.

Al otro día tuvimos la oportunidad de hablar un rato, es ahí que me cuenta quien era y que venía hacer, muy entusiasmado por su proyecto me cuenta que iba a colocar una flor de metal que el donaría a la Argentina, y según él la flor se abriría, y se cerraría según el tiempo y por la tarde noche, se cerraría como si fuera una flor natural.

Un tanto curioso, le pregunto porque lo hacía y me contestó lo siguiente “Como agradecimiento a la Argentina, por todo lo que me dio formación, conocimiento y estudio que me llevo a ser quien soy hoy un profesional muy importante a nivel mundial”. La ciudad de Boston en Estados Unidos lo había adoptado como un Gran Ingeniero.

Lo recuerdo con su gorra, una persona muy abocada por el proyecto y su instalación, muy perfeccionista en la instalación. Puedo llegar a decir que a pesar de la edad todos los días iba a ver como su proyecto se estaba armando su Flor Floralis.

Floralis Genérica es una escultura metálica situada en la Plaza de las Naciones Unidas, Avenida Figueroa Alcorta, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, obsequiada a dicha ciudad por el Arquitecto Argentino Eduardo Catalano (1917-2010).

La estructura fue inaugurada el 13 de abril de 2002 con materiales provistos por la empresa de aeronaves Lockheed Martin Aircraft Argentina. Representa una gran flor realizada en acero inoxidable, con esqueleto de aluminio y hormigón armado, que mira en dirección al cielo, extendiendo hacia él sus seis pétalos. Pesa 18 toneladas y tiene 23 metros de alto.

Muy orgulloso lo recuerdo al Ingeniero Eduardo Catalano, al inaugurarse su escultura, nos despedimos con un afectuoso abrazo y con la promesa de que pronto nos volveríamos a ver.
El Ing. Eduardo Catalano falleció el 28 de enero de 2010 en su Boston, Massachusetts, Estados Unidos lugar de su residencia,

Con mucho orgullo digo que nació en Buenos Aires el 19 de diciembre de 1917, me dejo la enseñanza de que ningún hombre debe olvidar sus raíces, y ser agradecido.

Agustin Luna
Ex Gerente de Recepción
Trianon Residence Recoleta